El hogar de mis peores pesadillas y mis sueños desbocados

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21 de mayo de 2009

Dar el cante

Medianoche. Hace ya un par de horas que a través del grueso muro de hormigón que separa mi vivienda de la de mis vecinos diagonales llega el sonido de varias voces masculinas en evidente estado de entusiasmo alcoholizado, cantando a pleno pulmón. ¿Vocación frustrada de chicos del coro? ¿Vestigios de una educación de otros tiempos en colegios donde el método correctivo consistía en una regla de madera aplicada con eficiente rigor? No lo sé, pero me han hecho recordar las incontables ocasiones en que las comidas o cenas de mis mayores y sus amigos o familiares terminaban exactamente igual, con todos los adultos cantando con melancolía a voz en grito, sin importarles que la celebración fuera en casa o en un restaurante de alcurnia, y el bochorno de los más jóvenes, que intentábamos pasar desapercibidos entre el concierto improvisado y fingir que no conocíamos a esa gente de nada. Y la más apurada en esas ocasiones siempre era yo, pues generalmente era mi padre el primero que se ponía a cantar en cuanto servían los cafés. Es algo que ya sólo se ve entre gente de cierta edad, un fenómeno que parece ligado a una generación en concreto, aquellos a quienes tocó vivir en sus carnes la Guerra Civil, por lo que me pregunto si no vendrá de aquella época tan dura, en la que al no tener apenas nada se recurría muchas veces al canto para levantar el ánimo...De lo que estoy segura es de que nunca he visto a nadie de mi generación ni las de mis hermanos mayores cantar después de una buena comilona y unos cuantos vasos de vino, mientras que mi padre lo ha hecho toda su vida, incluso el día de su boda.
¡Que corra el champán!
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8 comentarios:

Alberto dijo...

Es que esas canciones esconden tantas cosas...
Se te echaba de menos.
Feliz día.
Cuídate.
Besos cariñosos

Viperina dijo...

Alberto, ya lo creo que esconden, mucho sentimiento y una melancolía tremenda, pero claro, un miércoles normal y corriente a muy pocas horas de madrugar para ir al trabajo, no creo que los sentimientos de los vecinos insomnes a la fuerza sean los mejores...
Ultimamente estoy un poquito ausente por aquí, son rachas, voy y vengo, pero no desaparezco, no te preocupes.
Besos también para tí, amigo.

Radamanth dijo...

niña supongo que para colmo de males no cantarian precisamente bien, y es que lo de la urbanidad y las normas de convivencia no va con todo el mundo... de todas maneras hija mi padre no vivio la guerra civil y sin embargo el no porqeu eso de cantar no le va, pero sus amigos si lo hacen... y a mi bochorno no me daba, porque siempre estaba un poco en mi mundo... naaa haber descorchado una botella de champañ y haberlo hecho correr, asi al menos un poquillo contentilla hubieras podido dormir...animo muchacha a mal tiempo buena cara

Alberto dijo...

No te preocupes, lo importante es que sigáis bien.
Y sí, tienes razón: es muy molesto eso de celebrar fiestecitas sin tener consideración por los vecinos, ¿qué me vas a contar a mí con lo fino que tengo el oído y lo largas que se hacen esas noches.
bueno, cuídate y a descansar.
besos cariñosos

Viperina dijo...

Radamanth, pues te aseguro que yo no estaba en mi ambiente en esas ocasiones, jajaja!!! Será porque a mí, precisamente, me gusta más pasar desapercibida entre la multitud y eso de dar el cante y que todas las miradas se centren sobre mí o quienes me acompañan, no es mi plato favorito...y además no me gusta el champán, que le voy a hacer!!!
Besotes cielo.

€_r_i_K dijo...

Me supongo, que lo del que canta su mal espanta viene al dedillo, pero eso no es discurrir demasiado con tu entrada...
Seguramente, sobreponernos es cuestión de tener
Fé en ello....


Besos....

fly dijo...

De igual manera, yo también he presenciado "esos cánticos improvisados familiares", pero yo siempre los he asimilado más de forma compromisiva de los comensales y una manera de expresar lo festivo de la ocasión y trasmitir buenas sensaciones, ya que como en mi caso, familias grandes es complicado el reunirse más que de vez en cuando.
Un besote, me has hecho recordar buenos momentos, la verdad.

Viperina dijo...

€rik, estoy convencida de que quienes actúan de una forma tan pasional y visceral es porque tienen una gran fe en el poder curativo de la canción para el alma.
Besos.

Fly, parece que somos unos privilegiados a la hora de presenciar tal ritual!!!En mi caso, pese a ser también una familia muy grande, cualquier ocasión es válida, basta con reunirse más de 5 personas a la misma mesa para que a mi padre se le salga la vena cantora, te lo aseguro...Me alegra haberte traído buenos recuerdos, de esos tan gratos e importantes que nunca se olvidan.
Un beso, amigo.